miércoles, 3 de julio de 2013

Salmo 130 Abandono confiado en los brazos de Dios



1Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad;
2sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.
3Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario