miércoles, 19 de octubre de 2011

¿Cómo ser libres de la envidia?



CONOCER MI POTENCIAL

     Para que la envidia no te afecte debes estar tranquilo con tu propia capacidad, Dios repartió dones y talentos para todos, sean diferentes o no, pero cada uno puede resaltar en aquello para lo que nació, hay algo que te gusta hacer y eres bueno, en eso tienes que enfocarte. Recuerda esta frase: "Cada estrella tiene su propio brillo". Conocer el valor de tu capacidad que te fue dada por Dios es abrir los ojos a tu verdadera esencia de ganador, eres más que vencedor y todo lo puedes en Cristo que te fortalece.

ADMIRAR NO ENVIDIAR

    Cada vez que veas a alguien ganar, llegar a la meta, ser bendecido recuerda que debes imitar su dedicación, su esfuerzo y festejar el favor de Dios en él. Nunca jamás pienses que el otro no merece algo, porque cada uno cosecha lo que sembró. Cuando veas el logro de otro alégrate porque es una señal de que podrás cumplir todas tus metas también. Nadie te va a quitar nada, nadie puede robarte el resultado de tu trabajo y tus sueños, son únicos, no te compares con nadie, compararse es necedad.

NO A LA OBSESIÓN SI A LA EXPANSIÓN

    La envidia produce obsesión, hace que la persona este concentrada en los demás en todo lo que haga o no haga, pero esa energía la tienes que cambiar de lugar y concentrarla en tu expansión, en tu crecimiento y en tus metas y sueños. Enfócate en crecer tú mismo y no en obsesionarte en los demás. Canaliza la fuerza que tienes en cosas productivas, en pensar como puedes mejorar, en estudiar, perfeccionarte, en buscar a Dios, en ser cada día mejor.
Dios tiene mucho para darte, tu esencia no tiene límites de expansión y crecimiento, tu fin es estar bien, libre, bendecido y eso impartirlo y compartirlo con los demás.
Por último recuerda que debes siempre elogiar, apreciar y admirar a todas las personas por lo bueno que hacen o tienen, y no envidiarlas. Tu destino y tus bendiciones tienen tu nombre ¡No hay nada que envidiar! Adelante, ¡conquista tus metas sin dudar!.